Guido Falaschi y Jorgito Martinez Boero siempre en el recuerdo

1 de febrero, día se de sensaciones muy fuertes. Si bien este sitio es el lugar que elegí para compartir mucha información del deporte motor, también es un canal por el que me gusta expresar aquellas cosas que nos movilizan, vinculadas a la pasión que nos une y mientras haya un espacio en el cual pueda escribir, siempre habrá un espacio para recordar a esos seres queridos que vivieron y murieron por ésta misma pasión.

Hoy, cuando el TC copó los medios y las redes sociales por su cambio en la TV, un puñado de personas fuimos muy temprano al cementerio de Las Parejas, para acompañar a Victor y Graciela, en el momento en el que Guido Falaschi fue trasladado a su última morada. Un día especial sin dudas, emotivo, porque muchas de las cosas que los fanáticos le dejaron al Principito, ahora pueden ser colocadas con seguridad, porque están a resguardo y cuando uno puede apreciar tantas muestras de afecto, cae también en la cuenta de la triste realidad.

Una enorme gigantografía que cubre toda una pared interior, muestra diferentes imágenes de Guido, todas muy significativas, sus ojos con esa mirada tan particular de todo piloto ganador, su sonrisa, sus brazos abiertos y lanzados al cielo en sus últimos festejos en el automovilismo argentino...

Justo hoy, cuando el cuerpo de Guido llegó a su última morada, se cumple 1 mes de la partida de Jorgito Martinez Boero. Increíble como vuela el tiempo, mucho más rápido que cualquier máquina de competición y para él también, el merecido recuerdo por todo lo que cosechó, afecto y reconocimiento del más puro.

Cuando apenas comenzaba el Dakar 2012 y por esas cosas que uno nunca puede explicarse, Jorgito partió raudamente de este mundo. Seguramente Dios tendría otros planes para él, un podio mucho mas eterno que aquel que podía alcanzar en Lima y por ello su don de gente buena, su reconocimiento como piloto solidario, son algunas de las facetas que lo harán inolvidable y por las que Belen, Felicitas y toda su familia, pueden estar mas que orgullosas.

Nunca es grato escribir sobre estas situaciones, pero el deporte motor es una gran pasión y personas como Guido y Jorge, nos hacen aferrarnos más a ella, para que su memoria siempre siga presente y escribir sobre ellos es una forma de hacerlo.