Dakar 2012 - Reflexiones y agradecimientos

Es imposible no emocionarse, uno no corre el Dakar pero es como si estuviera allí. En mi caso, fueron más de 15 días lejos de mis hijos, para poder cumplir con mi labor profesional en Buenos Aires. Es una forma también de plegarse al Dakar desde lo emotivo. En lo laboral, agradecido a Dios y a la vida por esta enorme oportunidad de haber compartido con cientos de miles de personas, la pasión por el deporte motor.

Narrar un Dakar, relatar tantas emociones mezcladas, transmitir momentos cumbres en la vida de un deportista o de un aventurero, son privilegios únicos. Fluyen las palabras, la adrenalina y es imposible no sentir cierto dejo de nostalgia cada vez que se llega al final.

En lo personal fue mi cuarto Dakar en TV y uno toma, durante 15 días, una rutina “dakariana”. Trabajar con el equipo de Producción del canal, fantástico por cierto, reunirse horas y horas, programar el material, generar ideas para los informes especiales. Al mismo tiempo, cada día, despertarse muy temprano, tomar la notebook, el teléfono, la radio y prenderse en la vorágine de noticias que se generan etapa por etapa. Uno vive en estado Dakar por todo lo que pasa. Nos compenetramos con los pilotos a la distancia, sufrimos con ellos, nos alegramos con ellos. Así cada día, durante 15 días, en los últimos 4 años.

Este año en particular, una experiencia diferente, vivir el Dakar a través de las redes sociales. Una maravilla de estos tiempos modernos. Poder informarse con los propios protagonistas o con los colegas compartiendo noticias. Generar un contacto mucho más cercano con los fanáticos de todo el mundo, intercambiar conceptos, discutir, en fin, sentir que uno no está solo, inmerso en esta locura apasionante.

Llegar cada día al canal, también es algo que me sigue generando mucha emoción. Cada vez que caminaba rumbo a la entrada principal, recordé todos los sueños que me dieron fuerzas en mis comienzos y también recuerdo a la gente que siempre me alentó en mi trabajo, principalmente a mis hijos, que con orgullo siguieron cada programa con gran interés.

Pero como todo se termina, el Dakar también llegó a su fin y si bien el cansancio por tantas horas de trabajo pesa, la pasión es tan grande que uno solo quiere que el tiempo vuele hasta la próxima largada, así de intenso se vive cada momento.

No fue sencillo concentrar fuerzas en esta edición. La temprana partida de Jorge Martinez Boero nos dejó sin ánimo. Pero había que seguir adelante y encontré en muchas de las charlas que tuvimos sobre el Dakar, un motivo diferente para sacar ganas y avanzar. Jorge amaba las motos y la aventura como yo amo relatar carreras y transmitir automovilismo, por esa razón, por el amor que uno siente por la profesión es que es imposible detenerse.

Muchas gracias a todos los que compartieron con nosotros la pasión por el Dakar, fue sencillamente increíble. Gracias a nuestro gran equipo de Producción; con Mariano, Fernando, Fede, Angie y Dinca, quienes nos hicieron sentir muy cómodos junto a mi compañero Raúl Barceló, dándonos todas las herramientas para poder contarles y mostrarles lo mejor del Dakar.
Muchas gracias a Fernando Tornello por los consejos y el apoyo de siempre. A Felipe Mc Gough, Rodrigo Oulego, Coco Acosta y Carlos Asnaghi, por ésta nueva gran oportunidad.

A todos. mil gracias y por supuesto, esto recién comienza.

Atte. Mauricio Gallardo “Damon”