Volver a nacer - Con Damián Mari en el Cabalén


El 12 de junio de 2005, hace ya 7 años, en una carrera de la Fórmula Renault Interprovincial, me tocó vivir un momento muy fuerte, acompañando a mi amigo y piloto Damián Mari y a su padre Jorge, ex piloto de la Fórmula 4 y Limitada Santafesina.

Hoy todo es una anécdota, de esas que se recuerdan por haber terminado bien, pero la tragedia estuvo rondando por allí, aunque Dios tuvo la bondad de quedarse esa mañana en la curva 1 del autódromo "Oscar Cabalén"

Damián Mari competía para el equipo de Titi Della Santina y ese año estaba más que afilado con el chasis Crespi y la motorización de Esteban Pou, convirtiéndose en uno de los protagonistas de la temporada. El casco réplica de Carlos Alberto Reutemann que utilizaba Damián comenzó se veía siempre entre los líderes.

Llegamos a la carrera de Alta Gracia y Damián rápidamente se metió entre los primeros, peleando las posiciones de vanguardia con Guido Falaschi, quien corrió unas pocas carreras en la Interprovincial, con el auto del Guri Della Santina.

Después de las clasificaciones, el domingo se disputaron las dos series y en la disputa de una de ellas, Damián largó en primera fila, junto con un piloto de apellido Perotti. Ambos autos llegaron juntos a la veloz curva 1 del autódromo de Alta Gracia, con Mari por adentro y Perotti por afuera, muy juntos los autos lanzados a toda velocidad hacia la derecha.


De pronto el que iba por arriba se cerró y los autos se rozaron. El de Mari se montó en el piano interno y salió disparado, recto hacia la parte superior, clavándose literalmente en las hojas del guard-rail, que lejos de contener el impacto, se abrieron al ceder los postes de las bases y el monoplaza lo perforó, pasando medio auto del otro lado, entre los hierros retorcidos.

El casco de Damián quedó apoyado contra la hoja superior del guard-rail, el resto del cockpit se había incrustado, quedando sus piernas atrapadas entre los pedazos del auto y las chapas arrancadas del guard-rail.

El equipo de rescate de la Asociación Argentina de Volantes, Bomberos, Pilotos e integrantes del equipo de Titi Della Santina y otros equipos de la categoría, trabajaron más de 1 hora para sacar al piloto de esa trampa casi mortal.

Damián estuvo lúcido todo el tiempo, hablando con su padre minuto a minuto y transmitiéndole tranquilidad al equipo de rescate. 

Estuvo a punto de morir decapitado, pero increíblemente apenas tenía una lesión en uno de sus pies. 

Luego de que lo sacaron de esa incómoda situación, Mari fue trasladado a un Hospital a Córdoba y el mismo día, por la tardecita volvimos a Las Parejas, aunque luego tuvo que someterse a una cirugía y a un tiempo de rehabilitación, pudiendo volver a competir poco tiempo después, de hecho en 2008 ganó en Alta Gracia y además ese año se consagró Subcampeón de la Fórmula Renault Plus.



Este año, en oportunidad de la competencia de Super TC2000, fuimos con Damián a caminar el sector de la curva 1 y recordamos cada detalle. Esos metros que separan a los boxes del lugar del accidente, se transformaron en kilómetros aquel, porque se me hacía imposible llegar más allá de que corría a toda prisa.

La imagen latente del auto incrustado, el casco tirado a un costado, hizo temer lo peor. En realidad uno de los asistentes que ya había llegado, fue el encargado de quitarle el casco a Damián y de darle los primeros auxilios.

Ver a su papá Jorge hablándole en todo momento, a Juanjo y Titi Della Santina, junto a Gastón Mantegari y a los miembros de la AAV cortando los hierros, al fotógrafo Hernán Capa visiblemente conmocionado, todas situaciones que quedarán grabada a fuego.



Caminar por allí volvió todo el tiempo atrás y por supuesto, al encontrar los pedazos del guard-rail esparcidos entre el pasto, olvidados y oxidados, tal como estaban colocados en aquella oportunidad, nos llevo a mirar al cielo y a decir Gracias, porque sin dudas que sobrevivir a aquel fuerte accidente, fue el mejor premio que la vida y el automovilismo le pudo dar al piloto parejense. 

No solo el haber sobrevivido, sino el hecho de no haber sufrido ningún tipo de lesión de importancia. 


Damián recorrió ese sector en silencio, aunque siempre pareció escucharse el estampido del auto contra el guard-rail. La mirada del piloto al recordar esos momentos era serena y una sonrisa acompañaba su rostro. Cada día que pasa descubre que aquella vez, ganó la mejor de sus carreras.

Tres años más tarde, el 15 de junio de 2008, otro parejense y en otra circunstancia, también salvó su vida de milagro. Se trató de Facu Ardusso, quien quedó involucrado en aquel grave accidente de la Clase 3 del Turismo Nacional.

Por alguna extraña razón, la curva 1 del "Oscar Cabalén" tuvo a dos parejenses como protagonistas en dos graves accidentes, afortunadamente los dos pueden contarla y por eso, cada uno de ellos se saludan los días 12 y 15 de junio como si fuera el día de su cumpleaños. Y no es para menos, ambos volvieron a nacer y en el caso de Damián, hoy 12 de junio se cumplen 7 años.